Este es mi viaje hasta ahora
Con 25 años de experiencia en el mundo corporativo, he logrado lo que me dijeron que era imposible al ascender en la escala corporativa de secretaria a líder. Elegida como talento emergente y mujer del año en una empresa con más de 50 000 empleados, he entrenado personalmente a jóvenes talentos y he sido responsable de millones de dólares en presupuestos y proyectos.
¿Cómo?
Desafiándome, escuchando mi intuición, manteniéndome fiel a mí misma y eligiendo conscientemente superar los miedos en mi camino. Confía en mí, no siempre fue fácil; he vivido los momentos más eufóricos, pero también los reveses más difíciles.
Desde la infancia, he seguido el camino ilógico de mi alma, adquiriendo experiencia primero y comenzando mis estudios mientras trabajaba a tiempo completo. Además de mi especialización en Ciencias Empresariales, tengo una especialización en Gestión del Cambio y Psicología Organizacional y obtuve una maestría en Ciencia de Datos.
No es sorprendente que haya seguido inconsciente y conscientemente el camino ilógico, dado mi linaje de mujeres fuertes sanadoras, médiums y curanderas. Este linaje me ha enseñado que todas las personas tienen un don y una fuerte intuición que todos podemos usar en nuestra vida diaria para maximizar todo nuestro potencial de manera eficiente. Un linaje que siempre ha trabajado en la agricultura, respetando la tierra, trabajando en conjunto con los elementos y con la energía de la luna.
Nací en Ámsterdam de padres españoles. Formaron parte de los primeros trabajadores invitados que se mudaron a los Países Bajos en los años 60, con el objetivo de forjarse un futuro mejor para ellos y para nosotros, sus hijos. Son mis superhéroes, ya que crecieron prácticamente sin nada, se enfrentaron a la dureza de la pobreza y la guerra y, sin embargo, son la prueba viviente de que con suficiente determinación, fe y amor puedes convertir tus sueños en realidad.
''solo se necesitan 20 segundos de coraje para iniciar un nuevo viaje''
Desde que tenía cinco años, podías encontrarme en el escenario bailando flamenco. El baile forma parte de mi ADN, y es cuando bailo cuando me siento muy conectada con mi alma. Ha mantenido viva la pasión española en mí, me ha unido a mis raíces y me ha ayudado a celebrar mi feminidad.
Por otro lado, también me enorgullece tener la mentalidad holandesa sensata, ambiciosa, orientada a los resultados, siempre clara y honesta, esta es la energía masculina que llevo dentro.
Con lo mejor de ambos mundos, esto puede existir uno al lado del otro y me ha hecho sentir completa y equilibrada.